Decisiones

En el Pentateuco, (los primeros cinco libros de la Biblia, cuya autoría se atribuye a Moisés), existen alrededor de 18 mil mandamientos para ir al cielo; lo que me lleva a pensar que en la antigüedad, ser hombre de Dios debió ser muy parecido a Funcionario Público, pues tenemos que cumplir un montón de Leyes, Reglamentos, Directivas, Manuales, etc., que también son como 18 mil, para no ir al infierno creado por los aneurónicos de la Contraloría…

Claro que el autor, (Moisés), resumió hábilmente esos 18 mil mandamientos en solo 10, (aunque las malas lenguas dicen que plagió el resumen en el monte Sinaí); sin embargo, los hombres de Dios parecían tener aún muchas dificultades en cumplirlos, claro que nadie decía nada, porque podían ser acusados de herejes, fariseos o adoradores de Baal, que era el Dios de la competencia en esa época.

Y así fue, hasta que llegó Jesucristo, y con su gran poder de síntesis, convirtió todos los mandamientos en uno, que tiene dos partes… Algo así como un Groupon para que todos vayamos al cielo: “Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu fuerza, y con toda tu mente, y al prójimo como a ti mismo” (Lucas 10: 27), o “Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente… Amarás a tu prójimo como a ti mismo” (Mateo 22: 37 y 39). Para sintetizar aún más: Amarás a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a ti mismo…

Según la biblia, Jesucristo era el hijo de Dios y para los católicos Jesucristo es Dios por el misterio de la Santísima Trinidad. Si bien de los pasajes de la Biblia se puede deducir que Jesucristo era Dios, no es el objetivo del presente escrito entrar a una discusión sobre eso. Como me decían los curas del colegio, “esto es un dogma de fe, y no estés pensando tonterías”…

De otro lado, el hombre es un ser 100% egoísta, porque siempre que actúa, lo hace para satisfacer primero, una necesidad personal, sobre lo cual, ya he disertado en el artículo “Pasión por la Hipotenusa”, y además, recordemos que Dios nos hizo a su imagen y semejanza, por lo cual, deberíamos asumir que Dios debería ser 100% egoísta. ¿Es eso malo? Creo que no. De otro lado, Dios sabe que el hombre es 100% egoísta, así que es lógico pensar que debe amarse a sí mismo muchísimo, y precisamente la sabiduría de Dios, consiste, en que así como el hombre se quiere a sí mismo muchísimo, quiere que de la misma manera ame al resto, es decir, muchísimo.

Por lo tanto, el mandamiento tiene sentido; y como Jesucristo era Dios, lo que dijo a sus apóstoles fue “Ámenme a mí sobre todas las cosas”, (lo cual suena un poco egoísta), y además quiere que así como nos amamos a nosotros mismos, amemos al resto… Por lo tanto, reitero desde mi humilde punto de vista, que no está mal que Dios sea egoísta…

Y analizando aún más, ¿qué es Dios? La Real Academia de la Lengua Española, dice que es un “ser supremo que en las religiones monoteístas es considerado hacedor del universo”. Hay muchas definiciones de Dios, pero tomemos la que la teología nos ofrece, definiendo a Dios como un “ser que engloba todo lo bueno en cantidad infinita, y no tiene nada de malo.”

Entonces, la decisión de seguir a Dios debe tener sentido, pues es la única decisión en la vida de una persona, que teóricamente solo trae cosas buenas, lo cual resulta lógico, pues esta decisión consiste en seguir a un ser que engloba lo bueno en cantidad infinita y no tiene nada de malo.

Cualquier otra decisión que tomemos en la vida trae cosas buenas y cosas malas: Los enamorados piensan que casarse con la novia solo traerá cosas buenas, sobre lo cual, todos los que estamos casados sabemos que eso no es cierto… La idea, es tomar decisiones que traigan más cosas buenas que malas.

¿Y a qué viene este artículo? Los que me conocen, saben que soy agnóstico, los que creen que me conocen piensan que soy ateo y los que no me conocen, creen que soy hereje o fariseo por lo menos… En general me desagradan los curas y no creo en los rituales ni fundamentos de las religiones cualquiera que sean, pues las percibo como el error al vacío de los pintores, (que tienen que llenar el lienzo para no dejar partes en blanco), y del mismo modo el hombre se explica los vacíos de su cerebro con Dios, y atribuye a Dios todo lo que la ciencia aún no ha podido explicar, claro que en épocas más antiguas, también se le llamaba magia o brujería a todo lo que el hombre no podía explicarse…

Siempre he pensado que la verdad científica debe tener un límite, y más allá de la verdad de la ciencia, debe haber una verdad divina, lo cual, me hace creer en una "fuerza superior", pero no en el sentido de un ser superior y barbudo que nos vigila porque es omnipresente, nos lleva las cuentas de lo que hacemos y que nos castigará si nos portamos mal.

Mi hija se volvió catequista, y ha resultado bastante católica por decisión propia (su mamá tampoco es religiosa, ni siquiera es católica), pero algo que siempre he querido promover, es que mi hija tome sus propias decisiones. En ese sentido, y por mi propio horror al vacío, necesitaba explicarme el porqué de su decisión, (considerando que ella es más inteligente que yo); y he llegado a la conclusión, que resulta lógico seguir a Dios, porque es una decisión que trae solo cosas buenas, y además porque mejor creer que no creer, pues si no existe, no pasa nada, pero si existe… Tendremos toda la eternidad para arrepentirnos…

En conclusión, he escrito esto como catarsis, y para mostrarme como cualquiera de esas madres que creen que sus hijos son genios, (cuando la mayor parte de las veces solo son "excepcionales"), para declarar que en mi caso es cierto, que mi hija es un genio, que me siento orgulloso de ella, y que respeto sus creencias y sus decisiones…

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