Zapatero a tus zapatos...

Ayer estuve en el matrimonio de un miembro de mi equipo de trabajo, quien al igual que mi hija es bastante religioso, y hago la aclaración porque yo no lo soy, pues no concuerdo ni comparto muchos puntos de vista de la iglesia católica en particular y de ninguna iglesia en general...

La ceremonia católica fue más larga de lo habitual, inclusive el sacerdote tuvo que indicarnos antes de terminar, que le estábamos "robando" minutos al siguiente matrimonio, lo cual me pareció más que un error de programación, una desconsideración con los recién casados (cobrar por dos matrimonios parece ser mejor que cobrar por uno, lo que me confirma una vez más que la religión es negocio), más aún cuando lo habitual, es proceder a una sesión de fotos después de la ceremonia, con el altar de fondo... Foto de la Novia con el vestido (cola desplegada), de la pareja, con los padrinos, con los padres de la novia, con los padres del novio, con los hermanos de la novia, con los hermanos del novio, dándose otro beso, con los testigos, poniéndose nuevamente los anillos, etc... Fotos indispensables en el álbum de tu matrimonio...

Lo otro que siempre me llama la atención en los matrimonios, es como los sacerdotes se toman la atribución de aconsejar a las jóvenes parejas para su vida conyugal, es como que un ciego te explique los colores... Generalmente los curas hablan de comprensión, perdón, aguante, comunicación y otras generalidades, pero lo de ayer superó mis expectativas, respecto a cuán equivocado se puede estar sobre cómo llevarse bien con la pareja... El ministro de Dios (imagino que con la mejor de las intenciones, aunque las amigas de mi mamá de su comunidad católica "Betania", decían que el camino al infierno está empedrado de buenas intenciones), dijo varios disparates (aparte que su dominio del idioma era lamentable: "fuistes", "pienso de que...", etc), y entre los más resaltantes, según su concepto puramente teórico (y erróneo) de la vida en pareja, estuvieron las funciones de cada miembro, el manejo del dinero, las salidas a la calle, la relación con las familias del esposo o la esposa y los problemas de pareja.

Sobre las funciones de cada uno, se le ocurrió contar una "anécdota" que me pareció de muy mal gusto: "Un empresario que conocía, que tenía una maderera o algo así, tenía una hija, a la que le gustaba un muchacho que trabajaba haciendo sillas. El empresario, le dijo a su hija que ese muchacho no le convenía y que tenía que aspirar a más; sin embargo, el sacerdote cuenta que enterado del asunto, le preguntó a la chica si sabía cocinar, planchar y administrar una casa, la chica respondió a todas las preguntas con un "no", con lo cual, le dijo al chico que la chica era la que no le convenía y que tenía que aspirar a más"... Es decir, este cura vive aun en el siglo XIX, y me dio a entender que para él, casarse es como contratar una empleada doméstica. Realmente conozco muy pocas parejas en mi generación (las que conozco, son el resultante de un esposo muy exitoso en lo laboral o extremadamente machista), donde la mujer (como lo hacía mi mamá), declare orgullosamente "Su Casa", cuando le preguntan por su profesión u ocupación.

Sobre el dinero, dijo que debía ir a un fondo mutuo, y la pareja debería decidir quién administre este, y sugería que fuera la mujer quien lo maneje, con lo cual, contradijo lo que indicaba en el párrafo anterior, aparte que con estas declaraciones, quedó mal con Dios y con los hombres (no el sexo masculino, sino los hombres como humanidad y como organización)... Con Dios, porque luego de repasar muchos pasajes de la Biblia, resulta que lo realmente cristiano, es que la mujer siga a su marido: Podríamos citar por ejemplo:

"Que las esposas estén en sujeción a sus esposos como al Señor, porque el esposo es la cabeza de su esposa, como el Cristo es cabeza de la iglesia, la cual es su cuerpo, y él es su Salvador. Así que, como la iglesia está sujeta a Cristo, así también lo estén las esposas a sus esposos en todo" (Efesios 5.22-24)

"Si como el hecho de que sea cristiano, no le da derecho a un esclavo, de rebelarse en contra de su amo; ni a un ciudadano, el de rebelarse en contra del gobierno; ni a los jóvenes, el de rebelarse en contra de los ancianos; ni a la esposa cristiana, el de rebelarse en contra de su esposo. Solamente si los que están en autoridad, dentro de estos órdenes, toman decisiones que son contrarias a la voluntad de Dios, tendrá uno buenas razones para desobedecer a la autoridad humana" (Hechos 5.29)

"La esposa debe someterse a su esposo porque Dios hizo a éste para que fuera la cabeza de ella" (1 Corintios 11.3). "Por otro lado: La cabeza es la parte del cuerpo que domina al resto de éste" (Mateo 5.36) y también: "La cabeza es una posición prominente con la cual el resto del cuerpo se alinea, tal como una piedra angular funciona en relación con el resto de un edificio" (Mateo 21.42, Marcos 12.10, Lucas 20.17, Hechos 4.11, 1 Pedro 2.7)

De otro lado, uno de los principios fundamentales de la organización es la división del trabajo y la especialización de las funciones, resulta ineficiente que solo uno sea quien maneje el dinero, ambos deben manejarse en base a un presupuesto y cada quien de acuerdo a lo que le toca, manejar su parte, (en otra oportunidad les hablaré del organigrama de mi matrimonio), la cosa es que en las parejas donde solo uno maneja el dinero, existen motivos para pelear adicionales a los habituales, que no son pocos. Si no me creen, entren al blog de mi amiga Rosario Kaneshiro, para que se enteren sobre el manejo eficiente de la economía de la pareja:

Sobre las salidas, dijo que de aquí en adelante ella ya no podía salir con sus amigas ni él podía salir con sus amigos, y que a todas partes debían ir juntos... Alucinante... Los mejores matrimonios, son en mi opinión, aquellos que respetan la individualidad de cada uno de los miembros, y se dan su espacio para que cada quien haga lo que lo hace ser feliz. Resulta imposible que ambos hagan todo juntos, las parejas que conozco que intentan hacer todo junto, terminan divorciándose. Si no me creen, busquen relaciones parasitarias o tóxicas (en psicología), y entérense sobre los que hacen todo juntos, por ejemplo: http://www.imujer.com/10240/como-saber-si-estas-en-una-relacion-parasitaria...

Dijo que uno no se casa con la familia de su cónyuge; claro, teóricamente, yo siempre he pensado que uno se casa con su pareja, y no debe dejar que la familia de ella o mi propia familia, se entrometa en nuestras vidas, en todo caso, lo que uno debe hacer, es establecer los límites, tanto con los suegros, con los cuñados, etc. cosa que siempre aconsejo a quienes me cuentan problemas sobre la interferencia de su familia política (o la propia)... Sin embargo, uno siempre está supeditado a la familia del esposo o la esposa. Así uno no quiera, no puede evitar estar ligado a su familia, y menos en nuestro país, tan latino, tan de sangre caliente, donde la familia es siempre importante...

Finalmente, dijo que en una pelea, tanto el esposo como la esposa no ven el problema objetivamente, por lo cual, necesitan tener un sacerdote para que él vea los problemas objetivamente... Esa declaración fue lo más alucinante que escuché: Lo que ocurre por experiencia propia, es que en la mayoría de las peleas, una de las partes suele ver el problema objetivamente y la otra parte solo se dejó llevar por su ego, o por la historia entre ellos (la de la historia suele ser ella, porque los hombres peleamos con memoria RAM y las mujeres con memoria ROM). Cuando ambos ven objetivamente el problema y aún así no se ponen de acuerdo, es que es una diferencia de opinión, de esas que siempre habrá entre las parejas, y si ambos ven subjetivamente el problema, es que se están peleando por una estupidez, cuestión de darse cuenta u olvidarse... Este último caso es cuando te peleas y resulta que después de estar molesto ya ni te acuerdas por qué empezó el pleito...

En conclusión, si quieren saber cómo es la vida en pareja, pregúntenle a quienes tienen largos años de felicidad viviendo como pareja y no al cura, que la vida real no se resuelve con teoría distorsionada por mentes "supuestamente" célibes... "Zapatero a tus zapatos"... Es mejor que los curas no den consejos sobre la vida en pareja, tal vez si lo hicieran, las ceremonias serían más cortas y habría más tiempo para tomarse fotos y generar recuerdos de ese día tan importante, sin "robarle" minutos al siguiente matrimonio...

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