La Matemática va al Cine...
El primero de septiembre,
recibí una llamada de mi hija Dana, me contó que había ingresado a la Universidad
del Pacífico, y que iba a estudiar Derecho, lo cual me puso contento y
preocupado a la vez. Contento, porque ingresar a esa prestigiosa casa de
estudios a los 16 es un mérito, considerando que aún está estudiando en el
colegio; y preocupado, porque la Universidad no es precisamente barata, aunque
bien vale pena el esfuerzo…
Como padre orgulloso, me
puse a contarle ese mismo día a cuanta persona se cruzaba en mi camino,
obviamente, al ser un día martes, toda mi oficina se enteró; y cuando le
comentaba la noticia a nuestra abogada, la Dra. Lissete Ortega, me preguntó qué
le iba a regalar, y cándidamente respondí, pues una buena educación
universitaria, a lo que replicó, “hay un libro muy bueno, de Cecilia O’Neill de
la Fuente, que se llama El Derecho va al Cine”…
Al salir de la Oficina,
pasé por varias librerías, lo encontré, lo compré y luego de felicitar a Dana, se lo di, y percibí que lo recibió
sin mucha emoción (aunque de repente si estaba emocionada y no lo expresó, la
verdad, es que esa característica parece que la ha heredado de mi), la cosa es
que hace poco en noviembre, tuvo una reunión de bienvenida en la
Universidad, y vino emocionada porque resulta que la Vicedecana de su próxima
Facultad es Cecilia O’Neill y que la conoció y que le dijo que tenía su libro, y me
contó que lo haría firmar.
En fin, anécdotas
aparte, me puse a pensar si la matemática había ido al cine; y chequeando,
he podido detectar alrededor de 50 películas sobre esta ciencia. Todos deben
haber visto la ganadora del Oscar a mejor película “A beautiful mind” (una
mente brillante), con Russell Crowe, que cuenta la historia del matemático John
Nash, premio Nobel de Economía, o las nominadas al Oscar “The Imitation Game” (descifrando
Enigma), con Benedict Cumberbatch, que cuenta la historia de Alan Turing, quien
descifró la máquina utilizada por los nazis para enviar mensajes
cifrados durante la segunda guerra mundial, “Contac” (Contacto), con Jodie
Foster, basada en la novela de Carl Sagan, sobre una matemática que intercepta
un mensaje extraterrestre basado en una secuencia de números primos, o aquellas
que deben haber visto porque los artistas son muy conocidos, como “Proof” (la
verdad oculta), con Anthony Hopkins, Gwyneth Paltrow y Jake Gyllenhall, que
cuenta la historia de un matemático muerto que descubre un cálculo de números
primos, y su hija que estudia matemáticas, atrapada en un futuro incierto, “Good
Will Hunting” (el indomable Will Hunting, con Robin Williams y Matt Damon, que
cuenta la historia de un conserje genio que trabaja en el M.I.T., del profesor
que lo descubre y de su terapeuta, “Little Man Tate” (Mentes que brillan), que
cuenta la historia de una madre soltera que lucha porque su hijo genio pueda
tener las oportunidades que merece, o algunas más taquilleras, tipo “21” (Blackjack),
con Kevin Spacey, Jim Sturgess y Kate Bosworth, que cuenta la historia de un
grupo de alumnos del M.I.T. y su profesor, quien inventó un método de contar
cartas y así ganar apuestas en Las Vegas, “The Number 23”, con Jim Carrey y
Virginia Madsen, que cuenta la historia de un hombre obsesionado con una novela
que piensa que ha sido escrita basada en él, o aquellas más ligeras como los
thrillers “Pi” o “Cube”, que no vale la pena comentar, pero que están
relacionados con las matemáticas…
También hay algunas
películas un poco menos conocidas, las hay enrevesadas, como “La solitudine dei
numeri primi” (La soledad de los números primos), una película italiana basada
en la novela de Paolo Giordano, que trata sobre los primos gemelos, que son
aquellos entre los que se interpone únicamente un número par, como el 5 y el 7,
el 11 y el 13, 17 y el 19 o el 29 y el 31, y donde el protagonista usa este
concepto para definir la relación con su novia; las hay dramáticas, como “Takhté
siah” (La Pizarra), una película española con título kurdo, que trata de unos
profesores que viajan por el Kurdistán Irání cargando pizarras en sus
espaldas, buscando a sus alumnos cerca a la frontera con Irak, durante la
guerra entre ambos países; las hay tiernas, como “博士の愛した数式“ (léase Hakase no
aishita suushiki, que significa la amada ecuación del profesor), una película
japonesa, que cuenta la historia de la relación que surge entre un profesor de
matemáticas que sufre un mal que lo tiene atrapado en el pasado y una memoria que solo recuerda 80 minutos, y el hijo
de su empleada; o las hay “repetidas”, como “Breaking the Code”, que cuenta la
historia de Alan Turing, solo que esta no fue nominada al Oscar…
Si bien cualquiera de
las que he mencionado son altamente recomendables (salvo pi y cube), quiero
recomendarles especialmente un par de películas que encontré sumamente
interesantes: La primera, es “The Oxford Murders” (los crímenes de Oxford), película
inglesa con Elijah Wood, John Hurt y la exuberante Leonor Watling, donde un aspirante
a doctor en matemáticas y un reconocido matemático de Oxford, intentan
descubrir a un asesino en serie, que mata por lógica y no por sentimientos, y
aunque es probable que hayan visto esta película, estoy seguro que no han visto
mi segunda recomendación, que es “La Habitación de Fermat”, película española
donde durante casi toda la película, solo salen 4 actores, encerrados en una
habitación, donde el tiempo pasa entre resolver problemas matemáticos en
ciertos plazos porque si no lo hacen la habitación se va estrechando, descubrir
qué es lo que ocurre y quien los quiere matar, y ver la manera de escapar…
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