Cocheros y Burros...


En las matemáticas, existen muchas propiedades que son dicotomías, es decir, que algo se cumple siempre de una forma o de otra (por ejemplo, si a y b son dos números distintos, entonces a >b o a<b); claro, los psicólogos dicen que utilizar un pensamiento dicotómico es pensar irracionalmente; más aún, decir “siempre”, también resulta irracional (la sobre-generalización); sin embargo, lo que para los números se cumple de manera tan perfecta, para los seres humanos se vuelve irracional… A esto, mi esposa Emi es psicóloga, y como ya saben, yo soy matemático...

Muchas veces pienso de modo polarizado, (o dicotómico), y resulta que para mí no resulta tan irracional; pues al decir que algo es algo o no lo es, logramos una tautología (la clásica p v –p, léase “p o no p”, que siempre es verdad cualquiera sea p, donde p es una proposición)…

Los Gerentes, somos aquellos que hacemos gestión, gerenciar consiste en crear el ambiente propicio para lograr resultados; si la organización fuera un coche, entonces los gerentes somos los que hacemos que el coche se mueva. Supongamos que le damos valores positivos al movimiento del coche (1, 2, 3...), podríamos definir también que si el Gerente no hace nada, su gestión equivaldría a 0, o que si solo hace estupideces, su gestión podría equivaler a valores negativos. La cosa es que algún efecto debe tener el Gerente sobre el coche.

Entonces, podríamos concluir que el Gerente hace mover al coche haciendo que otros lo jalen o que otros no lo jalen; sin embargo, si nadie más jala el coche, pero se mueve (hacia atrás, o hacia delante o se mueve 0); podríamos decir que es el Gerente en el segundo caso, quien lo está jalando. Si suponemos que normalmente el coche es jalado por un burro, entonces nuestra dicotomía se vuelve algo así: Hay dos tipos de Gerentes, los Gerentes Cocheros y los Gerentes Burros…

El Gerente Cochero, es aquel que hace que su equipo haga el trabajo y sea éste quien hace mover el coche, (sin que quiera decir que el equipo de trabajo está conformado por burros, la terminología es solo para graficar la situación), haciendo únicamente una labor de conducción; es decir, controla hacia dónde va el coche. El Gerente Burro, es aquel que se carga al equipo en su espalda, y jala el coche, lo más gracioso, es cuando el Gerente Burro voltea y dice “¿ven inútiles? Así es cómo se hace”… Cuando generalmente (no siempre), el inútil es él… Ojo que cuando el Gerente jala el coche, también es el responsable de hacia dónde va el coche; por lo cual, la labor de conducción se da siempre.

Ahora, lo irracional, viene de pensar que ser lo primero es bueno, y ser lo segundo es malo; porque eso es evaluar, (y ya he disertado de lo malo que es evaluar), y porque a veces, uno puede ser el peor cochero del mundo, y otras, uno puede ser el mejor burro del mundo… En efecto, recuerden que al burro, se le puede hacer andar con látigo o con zanahorias, creo que a nadie le gustaría ayudar a jalar un coche donde el cochero solo da latigazos para moverlo; por otro lado, cuando uno está haciendo labor de coaching, en algún momento el Gerente tendrá que enseñar cómo debe hacerse, y jalar el mismo el coche…

De otro lado, si podríamos decir que en general, es mejor ser Cochero que Burro; sin embargo, sobre el estilo de mover el coche, sea con látigo o con zanahorias, tampoco resulta uno mejor que el otro, en términos de motivación al equipo de trabajo.

Y aquí viene el ejemplo clásico: ¿Cómo haces para que un perro camine en dos patas? Método 1: Consigue un palo como el palo de una escoba, más o menos de un metro de largo. Día 1: Sosteniendo el palo con una mano, mete el palo entre las patas delanteras del perro y su pecho. Luego, levanta el palo, de manera que el perro quede en dos patas. Seguidamente, retira el palo. Entonces: Si el perro vuelve a pararse en cuatro patas, le pegas, si el perro se resbala, le pegas, si el perro salta, le pegas; y le sigues pegando hasta que se quede parado en dos patas. Fin del día 1. Día 2: Vuelve a meter el palo entre las patas delanteras y pecho del perro, hasta que esté en dos patas. Ahora, en lugar de quitar el palo, adelantar el palo la longitud de un paso. Entonces: Si el perro se cuelga del palo, le pegas, si el perro salta, le pegas, si el perro no se mueve, le pegas; y le sigues pegando hasta que dé el primer paso. Fin del día 2. Día 3: Se repite la operación del día 2, hasta que dé el primer paso, ahora, se vuelve a adelantar el palo. Entonces, haga lo que haga el perro, le pegas, hasta que dé el paso 2. Fin del día 3. Y así, hasta el día 8, en el que el perro ha dado 7 pasos, en cuyo caso, podemos decir que el perro aprendió a caminar en dos patas. Método 2: Consigue las galletas preferidas de tu perro. Día 1: Le enseñas la galleta y la alzas sobre su cabeza. Entonces: Si el perro saca la lengua como cojudo, no le das, si el perro salta, no le das, si el perro se echa, no le das; y no le das la galleta, hasta que se quede parado en dos patas. Fin del día 1. Día 2: Repites la operación, pero ahora en lugar de darle la galleta, la mueves hacia delante; y no se la das, hasta que haga el primer paso. Fin del día 2. Sigues con lo mismo hasta el día 8, en el que el perro ha dado 7 pasos, en cuyo caso, podemos decir que el perro aprendió a caminar en dos patas.

En ambos casos, hemos sido Cocheros. Sin embargo, ¿el perro estará motivado a caminar en dos patas? Aplicando el método 1, es seguro que no, es más, si el perro me ve sin el palo, probablemente me quiera morder. Y si creemos que con el método 2, el perro estará motivado a caminar en dos patas, nos equivocamos. ¿Qué pasa si el perro está lleno?, ¿qué pasa si no tenemos la galleta?, ¿qué pasa si el perro está cansado?… No, el perro con ninguno de los métodos, estará motivado a caminar en dos patas. Los psicólogos, llaman a ambos métodos K.I.T.A. (acrónimo de "Kick In The Ass", en español sería PEEC), al método 1 se le llama KITA negativo o violación, y al método 2 se le llama KITA positivo o seducción…

El sistema de premios y castigos, no motiva a la gente; se puede presentar una mejoría temporal en la performance del equipo, pero una vez que pasa la novedad del premio, o la gente se siente maltratada por el castigo, se pierde la motivación… En cuanto a qué método es peor, habría que analizar… Porque con la violación, la gente se siente mal, y siente un odio infinito a quien la hizo; sin embargo, nuestra mente tiende a bloquear el suceso, de manera que el odio va bajando hasta que el tiempo nos hace olvidar; sin embargo, con la seducción, la gente se siente bien al principio, pero cuando se da cuenta que no era amor al chancho, el amor se transforma en odio, que según dicen, se vuelve infinito…

En otro momento hablaremos de la motivación… Por ahora, amigo gerente y lector, que poco a poco te has ido identificando con alguno de los gerentes de este cuento… ¿ya sabes cuánto te odia tu equipo de trabajo?...

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