Ajustes... para superar las frustraciones...
Es que estaban verdes... |
El otro día viendo el partido de fútbol entre Perú
-con todo lo que tiene- y México -con su equipo de aguateros y masajistas-, no pude sentir más que frustración… (espero que Brasil no nos meta un baile en nuestro debut copero). Como buen hincha iluso, luego de ese partido me entraron unas ganas de romper algo, que
felizmente menguaron, y como la zorra de Esopo (esa que tenía hambre, vio unas
uvas, intentó alcanzarlas inútilmente porque estaban muy alto, y al final se
fue diciendo “es que estaban verdes”), empecé el proceso de explicarme por qué
teniendo tanto talento, somos tan malos… Claro, íbamos ganando hasta que entró
Pizarro y ahí se malogró todo, qué va a jugar pues, si estaba en la discoteca
chupando... Proceso que fue apaciguando la cólera y al final, resignado, me fui
pensando que jamás en lo que me queda de vida, volveré a ver a Perú en un
mundial…
Racionalización: Es buscarle la lógica
a la frustración para sentirnos mejor, negando que quisiéramos cumplir la meta
no lograda, como decir que las uvas estaban verdes o como cuando el Chavo, la
Chilindrina y Quico decían “al cabo que ni quería”…
Agresión: Nuestra reacción es
golpear la causa que nos generó la frustración: Puede ser física, como dar un
golpe a la mesa, salir dando un portazo, o dar un puñete al cretino causante de
la frustración (siempre a los ojos -para cegar al contrincante- o a los oídos
-para desestabilizarlo-, lo de la nariz -cuyo sangrado es espectacular- o la
boca -con algún diente roto incluido -, solo funciona bien en las películas de
acción, en la vida real no es recomendable porque el contrincante se recupera y
contraataca), o una patada al mencionado cretino (siempre a las partes
pudendas); o puede ser verbal, desde decir gritando “¡no se puede discutir
contigo!” hasta un buen “¡ándate a la mier…!” (pase a la página 23).
Compensación: Es cuando una persona
incapaz de hacer algo, hace alguna tarea de menor categoría para justificarse.
En realidad, es como reconocer que uno es incapaz. En el sector público, cuando
te ponen un jefe estúpido porque tuvo la suerte de ser amigo o familia de
alguien, y se realiza una actividad, en la cual éste debería exponer, decide “delegar”
la exposición (aunque en realidad la enchufa), y para no sentirse como el
estúpido que es, se pone a acomodar las sillas, o acomoda a los invitados, o se
para en la puerta como estúpido, dizque haciendo relaciones públicas…
Desplazamiento: Es cuando descargamos
nuestra frustración en otros, yo lo llamo propiedad transitiva: “Si A jode a B,
entonces B jode a C”… Hay que tener cuidado con el desplazamiento, si te va mal
en el trabajo, desquitarse con la esposa o los hijos resulta dañino e
irreparable para todos.
Proyección: Es cuando en lugar de
aceptar nuestra responsabilidad, proyectamos la causa en otro aspecto, como
cuando perdemos un juego, y decimos que las reglas están mal hechas, o cuando
expulsaron a cinco jugadores de alianza en un partido, y le echan la culpa al
árbitro, cuando tres agredieron a los contrincantes y dos agredieron al árbitro,
física y verbalmente.
Negativismo: Es cuando nuestra
reacción es responder negativamente a todas las situaciones siguientes a la
frustración, es como cuando entra la depresión, o uno ya no quieren vivir, o se
quieren cortar las venas. Cayó el velo de la tragedia…
Conversión: Es cuando durante o
luego de la frustración transferimos energía que se traduce en problemas
físicos. Te enfermas, te duele la barriga, te duele la cabeza, etc. También se
llama Somatización.
Regresión: Es cuando cambiamos
una situación compleja por otra más sencilla. Más conocido como “hacer un
berrinche”, como cuando somos malos jugando al fútbol, (si somos pares nos
escogen al último y si somos impares “entramos al gol”, lo peor es que no
entramos como premio al que mete el primer gol, sino como castigo para el que
no lo metió), y durante el juego nos hacen huachas, bicicletas, relojes, nos
rompen la cintura y nos mandan a comprar pan… Entonces, agarramos la pelota y
nos vamos, y cuando nos preguntan ¿qué te pasa? Dices “me llevo mi pelota”…
Identificación: Es cuando para
superar la frustración, vives la vida de otros, como cuando Maradona declaró
que Messi era su sucesor en el fútbol argentino, cuando su frustración se leía
en su propia declaración: “Veo muchas similitudes entre Lio y yo, cada vez que
se acerca un mundial me da ganas de ponerme los botines de nuevo, me gustaría
estar aunque sea medio tiempo en su camiseta”…
Idealización: Se relaciona con la
identificación; sin embargo, ante la frustración el individuo se sobreestima a
sí mismo, exagerando sus aptitudes, sus logros y su importancia. Puede
idealizar los triunfos de otros. Es como cuando ese jefe que entró por vara, se
adjudica el trabajo de otros, y se pinta a sí mismo mejor de lo que es, cuando
su frustración radica en el reconocimiento de su estupidez…
Fantasía: Se parece a la
idealización, solo que nos identificamos con algo irreal y fantástico, si han
leído las tiras de Mafalda, es como cuando Felipe no puede conquistar a la niña
linda (que no se sabe cómo se llama), o no puede hacer las tareas, se imagina
que es el “llanero solitario”…
A pesar que
la mayoría de los ajustes se producen a nivel inconsciente, es bueno conocer de
qué tratan, y sobre todo, reconocer los nuestros antes que sea tarde, pues
muchos de ellos producen efectos adversos, aunque algunos de ellos utilizados
de manera inteligente, nos pueden proveer de un escape que nos permita cambiar
nuestra atención a otras actividades más constructivas.
Si no les
gustó este artículo, les diré que me han causado una frustración, a lo cual, pueden
escoger alguna de mis siguientes reacciones: Les digo que no entendieron porque
no están a mi nivel intelectual, les digo que son estúpidos, no les digo nada
porque en lugar de escribir mejor me voy a limpiar mi teclado, me desquito con
Emi, les explico que la estructura de la página del blog no es muy amigable, me
deprimo, me duele la cabeza, les digo que no me importa jojolete, les digo que
no los entiendo porque escribo mejor que Gabo, o que simplemente usaré mi súper fuerza y los destruiré… ¡Nando Smash!...
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