Motivación 2.0

Cuando llegó la era industrial, allá por 1800, empezaron las grandes fábricas a funcionar, y se inventó la producción en serie, el tema de la motivación cambió. Si bien las personas siguen haciendo las cosas impulsadas por alguno de los cuatro aspectos propuestos por Schein, y continúan teniendo una jerarquía de sus necesidades, tal y como lo propuso Maslow[1], ahora surge el concepto de productividad, y con él, los conceptos de premios y castigos.

En esa época, se consideraba que esos premios y esos castigos eran la Motivación; sin embargo, eso no es cierto. En efecto, el premio y el castigo es como la zanahoria y el palo, que emplea el campesino para hacer andar a su burro, que como ya hemos visto, no es otra cosa de un KITA[i][2], en el caso de la zanahoria positivo (más conocido como seducción), y en el caso del palo negativo (más conocido como violación)[3].

Y por si acaso, se sabía que los castigos no deberían ser en público… Pues los premios tampoco, a menos que sean premios de algún concurso donde los participantes, el ganador y los perdedores, se retiran de la ceremonia y no tienen que verse al día siguiente… En el trabajo suele ser tan negativo como cuando se castiga a alguien públicamente; en efecto, el reconocer a uno y no reconocer al resto, es una especie de llamado de atención y de crítica, y las críticas, por más que uno diga que no, siempre y a algún nivel de intensidad, nos duelen… Surgen los comentarios como, “claro, es que este es un tremendo sobón”, “no, lo que pasa es que esta se acuesta con el jefe”, etc.

La cuestión es que, cuando sale la motivación 2.0, viene Frederick Irving Herzberg, quien es muy conocido por su teoría de los dos factores (o teoría de la motivación e higiene), también, según me contó el profesor Valdez (cuando vivía, terminando el milenio pasado), explica los efectos de la motivación, lanzando sus 3 leyes…

Primera Ley de Herzberg: “A hará algo de algo, si A siente que ese algo es importante para A”. En una clase, el profesor pregunta a los alumnos: “¿alguno de ustedes toca la guitarra?” Y bueno, algunos levantan la mano. El profesor pregunta entonces a uno de los que levantaron: “¿Y por qué tocas la guitarra?” El alumno aludido contesta, “bueno, porque en mi casa había una guitarra que tocaba mi papá y…” (sigue una aburrida historia sobre como aprendió), a lo que el profesor replica: “Tocas la guitarra porque es importante para ti”, y agrega: “¿Y cuánto tocas al día?” y el alumno responde “será una media hora”, y el profesor vuelve a replicar: “¿Y por qué no tocas más?”, y la respuesta es “porque con el trabajo no tengo más tiempo…” (sigue otra aburrida explicación de por qué no toca más), y el profesor vuelve a replicar: “No tocas más porque tienes que hacer cosas más importantes.

Segunda Ley de Herzberg: “A hará algo más de algo, si A siente que ese algo es también importante para los B que A siente que son importantes para A”. Dicen que el alumno y el profesor se encuentran caminando por la calle algunos años después, el profesor un poco más viejo, el alumno caminando junto a una mujer… Se reconocen al instante, se saludan, el alumno presenta a la mujer como su flamante esposa, y el profesor pregunta: “¿Y sigues trabajando en el Banco?” – “Pues sí, aún sigo por allá” – ¿Y aún tocas la guitarra” – “Aún lo hago” – “¿Y cuánto tocas ahora?” – “Toco alrededor de 2 horas al día” – “¿Y por qué tocas más?” – “Bueno, es que a ella le gusta”, y el profesor le replica: “Tocas más porque es importante para ella, quien es importante para ti”…

Tercera Ley de Herzberg: “A hará más aún de algo, si A siente que mientras A hace ese algo, A progresa”. El profesor, algunos años después, decide ir a un concierto de música contemporánea, y cuál sería su sorpresa, al ver que quien tocaba la guitarra en el prestigioso grupo, era su alumno. Se reconocen, y el alumno le hace señas para encontrarse terminado el concierto. Cuando se encuentran, el profesor, manifiesta su sorpresa, pues lo hacía aun trabajando en el Banco, el alumno le cuenta que dejó el trabajo porque lo llamaron para formar parte del grupo, señalando que con los otros integrantes, solían reunirse a tocar en su garaje, pues siempre tuvo esa vena artística, la cuestión es que uno de los vecinos les pidió que tocaran en la boda de su hija, y así empezó todo, se volvieron conocidos, los empezaron a invitar a giras, y luego de hacer un tour mundial, estaban regresando al país a dar el concierto donde se encontraron… El profesor con su curiosidad académica, le preguntó: “¿Y ahora cuánto tocas al día?” y el alumno le dice “deben ser alrededor de 10 horas” – “¿Y por qué tocas tanto?” – “Bueno, usted sabe que con tantos conciertos y cobrando lo que cobramos, no puede uno equivocarse y hay que ensayar mucho… (sigue otra aburrida explicación de por qué toca aún más), a lo que el profesor le replica: “Tocas aún más, porque haciéndolo estás progresando”…

Herzberg explicó cómo funciona, su teoría de los dos factores explica otro tanto, sobre qué factores son motivantes y qué factores cumplen con un rol parecido al motivador, pero que no lo son, y los llama factores higiénicos, es decir, como diría Les Luthiers, hay factores que cumplen un papel higiénico… El tema es que Herzberg no llegó a explicar cómo se motiva a otra persona… pero eso, lo veremos después…

Continuará



[1] Ver el Artículo “Motivación 1.0”, del 21 de diciembre de 2015.
[2] Kick In The Ass, o PEEC en español…
[3] Ver el Artículo “Cocheros y Burros”, del 21 de junio de 2015.





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