Logros y enemigos...
Trabajar para el sector público suele ser sumamente reconfortante debido a las finalidades nobles que se persiguen [1] ; sin embargo, no todo es color de rosa; pues aparte de las remuneraciones limitadas (felizmente siempre he ganado más de lo que necesito pero mucho menos de lo que merezco), y los auditores cuya existencia se atribuye a que vivimos en una sociedad de desconfianza; es que suele al mismo tiempo ser bastante ingrato, pues no importa si haces las cosas bien, porque cuando vienen los movimientos políticos, es posible que pierdas el puesto, no importando cuánto hayas logrado o la capacidad que hayas demostrado… Es decir, de repente recibes tu Resolución de cese y tu PC… Y no es que el Estado te de una Computadora, sino que esa PC, es el equivalente a un KITA [2] (acrónimo de Kick In The Ass)… En efecto, en mi penúltimo trabajo en el sector público, antes de la Central de Compras Públicas, tuve la suerte de tener un Jefe sabio, (el Dr. Walter Vigo Valdez), que me supo ...